Mis habilidades como entrenador aún necesitan ser pulidas, no estoy entre los mejores pero tampoco soy un novato. Mis pokémon sienten un gran cariño por mí y yo les doy los mejores cuidados, en especial a la estrella de mi equipo; Mi querida Gardevoir. Somos muy unidos, es el primer pokémon que tuve, la conocí desde que era una pequeña Ralts perdida en el bosque y la entrené hasta que se convirtió en el fuerte pokémon que es ahora. Pero hay algo que me tiene inquieto, es un poco vergonzoso admitirlo y seguro muchos dirán que estoy loco, pero creo que siento cierto tipo de atracción sexual por ella. Y lo que me inquieta aún más, es que creo que ella siente lo mismo por mí.
Una mañana, luego de un arduo entrenamiento, le doy un restaura todo, acariciando su cabeza para felicitarla por su progreso, ella me lo agradece con una sonrisa, una sonrisa muy hermosa. Mi corazón late con fuerza en ese momento, por mi mente pasan pensamientos algo sucios, no puedo creer que esté viéndola con esos deseos lujuriosos. No puedo evitar tener una erección y ella se da cuenta, mira cómo el bulto en mi pantalón crece, se sonroja un poco, parece que entiende lo que está pasando.
Me alejo unos centímetros y disimulo, hablándole sobre su entrenamiento, pero ella tiene la mirada fija en mi pantalón, extiende su brazo y coloca su mano sobre mi entrepierna. Me toma completamente por sorpresa, no me esperaba eso, pero sí lo deseaba, en el fondo lo deseaba. El rostro de Gardevoir está aún más rojo que antes, me mira un poco triste, cree que estoy molesto por lo que acaba de hacer. Vuelvo a acariciar su cabeza, le sonrío para animarla y lo logro, ella ahora se ve contenta.
Estoy decidido, es algo que ambos queremos y nadie puede impedírnoslo, sin mencionar que no hay otras personas por acá, será nuestro secreto. Miro a mi alrededor por última vez para fijarme que no haya nadie cerca, desabotono mi pantalón y me lo bajo, luego la ropa interior, dejando ver mi miembro semi erecto. Gardevoir lo contempla por varios segundos, está sorprendida ya que es el primer pene que ve en su vida, toca el glande con la punta de sus dedos y eso genera un agradable cosquilleo por todo mi cuerpo. Lo ve palpitar, lo toma con una de sus manos y lo agita un poco, parece que su instinto le dice qué debe hacer.
Mi pene ya está completamente erecto gracias a sus caricias, poco a poco lo voy acercando hacia sus labios, hasta que mi glande entra en contacto con ellos, sus suaves labios. Ella abre un poco la boca e introduce parte de mi pene, su lengua acaricia mi miembro con cuidado y sus mejillas generan un poco de presión, jamás creí que tuviera ese tipo de habilidades. Mi espalda se arquea y mi cuerpo tiembla, su boca hace un magnífico trabajo, nunca había experimentado un placer tan grande, sus labios me acarician el pene con ternura y me mira por momentos con esos grandes y hermosos ojos. Su mirada y sus increíbles mamadas logran que me corra a los pocos minutos, mi pene bombea el semen hacia su pequeña boca, llenándola por completo, ella se lo bebe poco a poco, sin dejar de mirarme. ¡Dios! ¡Es tan hermosa!
Sostengo su cabeza con ambas manos, no quiero retirar mi miembro de su boca, se siente muy bien ahí dentro. Gardevoir vuelve a chuparlo y mi cuerpo tiembla nuevamente, su boca trabaja con más empeño que antes, su cabeza se mueve de adelante hacia atrás con mayor velocidad, me abraza por la cintura para pegarme más a ella y su boca succiona como si se tratase de una aspiradora.
Pasados algunos minutos, saca mi pene de su boca, le da unas cuantas lamidas. Mira sus pechos, luego mi pene y luego a mí, capto el mensaje inmediatamente.
-Hazlo-le digo-será nuestro….entrenamiento especial.
Gardevoir asiente con la cabeza, toma sus pechos con ambas manos y rodea mi miembro con ellos. Son tan suaves. Los mueve de arriba abajo, ejerciendo un poco de presión, es una sensación indescriptible. Al ver mi cara de placer, sonríe y da unos cariñosos besos en mi glande. Eso me vuelve loco.
Agarro sus pechos y le ayudo a moverlos más rápidamente mientras ella le da pequeños lametones a la punta de mi miembro, muevo las caderas con mayor intensidad, haciendo que mi glande le dé golpecitos en la cara. No parece molestarte.
Al eyacular, el semen sale disparado hacia su rostro, manchándoselo. Ella pasa los dedos por su cara y luego se los lleva a la boca, uno por uno los va chupando. La erección no cede, parece que mi pene quiere aún más y ella lo sabe, ya que se pone de pie y me da la espalda, menea su hermoso culo de lado a lado, sus movimientos hacen que mi pene choque contra sus nalgas una y otra vez. Gardevoir voltea para dedicarme otra de sus hermosas sonrisas, se agacha un poco y se separa las nalgas con las manos. Poso mis manos a ambos lados de sus caderas y lentamente voy introduciendo mi pene en su vagina, es muy apretada. Voy ingresando, sus paredes vaginales van cediendo y mi miembro se abre paso hasta estar completamente dentro, me mantengo quieto por algunos segundos para que sus genitales se acostumbren a los míos.
Gardevoir toma la iniciativa y empieza a mover las caderas, dándome luz verde para comenzar a moverme también. La penetro suave y lentamente, intentando no lastimarla, pero su vagina se siente tan húmeda y apretada que no puedo evitar ir aumentando el ritmo, sus jadeos me calientan demasiado. Las embestidas se vuelven más agresivas, sus jadeos se transforman en gemidos, nuestros cuerpos chocando provocan que la mezcla de nuestros fluidos salpique en mi pelvis y en sus nalgas. Mi cuerpo se mueve con más violencia, sus gemidos son más y más agudos, pero ninguno de los dos quiere detenerse, al contrario, sacudimos nuestros cuerpos a toda velocidad, el placer es tanto que nos corremos al mismo tiempo. Dentro de su útero se combinan mi semen y sus jugos, mi cuerpo se relaja por completo, nunca había experimentado un orgasmo tan maravilloso y parece que Gardevoir también disfrutó, ya que se da media vuelta y me sonríe antes de abrazarme con ternura, correspondo al abrazo y acaricio su cabello mientras ella tiene su cabeza apoyada en mi pecho. Definitivamente será nuestro entrenamiento especial de ahora en adelante, ahora le pondré aún más atención a las necesidades de mi querida Gardevoir.
Muy bueno sigue así
ResponderEliminar